En la apertura la palabra de Eduardo Galeano
Eduardo Galeano ( Montevideo 1940). Hablar de Galeano es decir América. Es recordar aquel libro que marcó una generación Las venas abiertas de América Latina. Su escritura es un entramado de palabras chiquitas. Es lacónica . Y el mismo lo explica: Es muy difícil escribir sencillo, es verdad. Cada texto nace de muchas palabras que van siendo sacrificadas a lo largo del proceso de escritura. Ese trabajo es parte del placer. El desafió que uno siente tratando de decir mucho con muy poco para que las palabra trasmitan electricidad. Sería insoportable si no sintiera placer. Sus temas no tienen fronteras, son de todos. El amor, la esperanza, el hambre de justicia, el canto, la protesta. Su deseo- ha dicho. Es lograr que la palabra ayude a construir un mundo mejor en donde todos quepamos. Silvia Loustau
Pájaros prohibidos
Los presos de la dictadura uruguaya no pueden dibujar ni recibir dibujos de mujeres embarazadas, parejas, mariposas, estrellas ni pájaros.
Didaskó Pérez, maestro de escuela, torturado y preso por tener ideas ideológicas,
Recibe un domingo de 1976 la visita de su hija Milay, de cinco años.
La hija le trae un dibujo de pájaros. Los censores se lo rompen a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente, Milay le trae un dibujo de árboles.
Los árboles no están prohibidos, y el dibujo pasa.
Didaskó le elogia la obra y le pregunta por los circulitos de colores que aparecen en las copas de los árboles, muchos pequeños círculos entre las ramas:
-"¿Son naranjas? ¿Qué frutas son?".
Y la niña lo hace callar
- Sssssshhhhhhh, y en secreto le explica:
-" Bobo, ¿No ves que son ojos?
Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas."
La piel de Dios
Los indios chiriguanos, del pueblo guaraní, navegaron el río Pilcomayo, hace años o siglos, y llegaron hasta la frontera del imperio de los incas.
Aquí se quedaron, ante las primeras alturas de los Andes, en espera de la tierra sin mal y sin muerte.
Aquí cantan y bailan los perseguidores del paraíso.
Los chiriguanos no conocían el papel. Descubren el papel, la palabra escrita, la palabra impresa, cuando los frailes franciscanos de Chuquisaca aparecen en esta comarca, después de mucho andar, trayendo libros sagrados en las alforjas.
Como no conocían el papel, ni sabían que lo necesitaban, los indios no tenían ninguna palabra para llamarlo.
Hoy le ponen el nombre de piel de Dios, porque el papel sirve para enviar mensajes a los amigos que están lejos.
1 comentario:
Sus asociaciones libres son fabulosas.Bravo,Galenao.Vamos...
Publicar un comentario