28 de febrero de 2009

De Cronopios y de Famasde Julio Cortazar (1914-1983)


Recordando al Cronopio Mayor.-

Tema para un tapiz

El general tiene sólo ochenta hombres, y el enemigo cinco mil. En su tienda el general blasfema y llora. Entonces escribe una proclama inspirada, que palomas mensajeras derraman sobre el campamento enemigo. Doscientos infantes se pasan al general. Sigue una escaramuza que el general gana fácilmente, y dos regimientos se pasan a su bando. Tres días después el enemigo tiene ochenta hombres y el general cinco mil. Entonces el general escribe otra proclama, y setenta y nueve hombres se pasan a su bando. Sólo queda un enemigo, rodeado por el ejército del general que espera en silencio. Transcurre la noche y el enemigo no se ha pasado a su bando. El general blasfema y llora en su tienda. Al alba el enemigo desenvaina lentamente la espada y avanza hacía la tienda del general. Entra y lo ira. El ejército del general se desbanda. Sale el sol.

Conducta de los espejos en la Isla de Pascua

Cuando se pone un espejo al oeste de la Isla de Pascua, atrasa. Cuando se pone un espejo al este de la Isla de Pascua, adelanta. Con delicadas mediciones puede encontrarse el punto en que ese espejo estará en hora, pero el punto que sirve para ese espejo no es garantía de que sirva para otro, pues los espejos adolecen de distintos materiales y reaccionan según les de la real gana. Así Salomón Lemos, el antropólogo becado por la Fundación Guggenheim, se vio a si mismo muerto de tifus al mirar su espejo de afeitarse, todo ello el este de la isla. Y al mismo tiempo un espejito que había olvidado al oeste de la Isla de Pascua, reflejaba para nadie (estaba tirado entre las piedras) a salomón Lemos de pantalón corto yendo a la escuela, después a Salomón Lemos desnudo en una bañadera, jabonado entusiastamente por su papá y su mamá, después a Salomón Lemos diciendo ajó para emoción de su tía Remeditos en una estancia del partido de Trenque Lauquen.

( De : Historias de Cronopios y de Famas)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jamás me cansaré de releer los textos de Cronopios y de Famas .


Un cronopio desde el Sur