28 de febrero de 2009

La Memoria de Silvia Loustau-24 de marzo 1976- 24 de marzo 2009

XXVII

le construyeron una torre / a orillas del río que divide el mar. / no suponían que ella aprendería el lenguaje de los pájaros. / en algún tiempo tuvo forma de ave y aprendió el arte del vuelo. / cada día sobrevolaba el mar / danzaba en giros blancos y grises / de plata incandescente. / aquellos de vista penetrante alcanzaban a ver el resplandor de aquel pájaro blanco .
ella supo que volvería el tiempo /cuando la señalarían dichosos / cantando / allí está / allí vuela / está entre nosotros

la memoria.

(De: Mandala )

Poemas de Silvia Loustau







Poemas de El metabolismo de la lágrima

55

¿dónde crece la raíz del miedo?
crece en silenciosos
cuadrantes de la noche.
entre hierbas de espino azul.
en lagrimales secos
a la sombra del incesto
en sobrevuelo de cuervos
en la silla de un juzgado.
marcada por relojes infernales.
crece en pequeños mares arrugados.
junto a cuerpos
devueltos por las olas
nido de infausto arcano.
en las alas del tiempo
que voló.

15

los sueños navegan
en el bote del mañana.
ella sostiene
collar de deseos y esperanzas.
sobrevuela
pasadizos oscuros
ganados
al río iridiscente de la vida.

16
bajo la sumisa luz
de la tarde
monedas de tiempo
se transforman en sirenas.
escondido en un cerezo
alguien acompaña
sus cantos
en un pequeño violín.

17

silencio
crepita
la sagrada voz del fuego.
ilumina
el refugio del unicornio
donde brota el agua.
un soplo azul
ilumina sus ojos
y en las arenas de la luna
adivina
agreste
la corona del druida.

27

camina sobre un campo de grosellas
los pies bordó/ ensangrentados.
camina sobre arena
sobre pequeñas piedras.
camina lento
respira ausencia.
busca
en laberintos o castillos.
arrodillada
aulla
sin sonido.

El bosque de la Memoria

VOCES AMIGAS QUE RECUERDAN

24 DE MARZO DE 1976

yo estaba en una pensión en Tablada al 40

yo dormía

yo me levanté a las 4 de la mañana

y encendí la radio

yo escuché : Comunicado número tanto

y una música maravillosa

me quedé quieto

atento al orden de los comunicados

a esa voz de la patria

a las 6 se fueron levantando los compañeros

yo me asomé al balcón

un colimba me miró desde la

esquina

se veían tanques en el puente

yo miré para el otro lado

al Mercado, a los camiones

yo no tuve miedo

yo no hice nada

ni entonces, ni después

yo no era nadie

yo vivía colado ahí

los muchachos trabajaban en el Mercado

yo leía a Gurdjieff

yo vendía la guía de Córdoba

en la Cañada

yo andaba pelado y descalzo

yo tenía un suegro militar

yo tenía 21 años

yo tenía un bolso y un cepillo

yo tenía todo el fracaso que llegó

yo tenía que ir hacía la nada


y allí fui…
Alejandro Schmidt ( De: Oscuras Ramas)


Fosas comunes de huesos incontables

me llevaron los pies sin preguntarme
a ese lugar que juntó tu tristeza
y puedo estar contigo acompañada
de muertes mal habidas en madrugada
y apagarme
cada vez que el sol me anuncie que es mañana.
pero mis labios aún murmuran tu nombre
el rocío salpica gotas por tu rostro y tú sonríes
mientras mi ser se pliega, ciego y mudo, te recuerda
jugando con tu perro esta mañana.


Marta Zabaleta ( desde su exilio en Londres)

VOCES QUE NOS FALTAN - I


Poemas de Miguel Angel Bustos (1932- continua desaparecido)

Fragmento del Prólogo a la edición de Despedida de los ángeles.* Por Alberto Szpunberg

PRETEXTO, PURO PRETEXTO

Porque con Miguel Ángel, con sus ojos claros, grandes, a veces patéticos, amenazadoramente dilatados, y su eterno rostro de niño, inocente, pícaro, sufrido, hermoso, con su traje cada vez más gastado y más elegante, y sus bromas y sus delirios y sus suicidios y sus ataques de asma y su “lesión epiléptica” y sus dibujos tan bellos como alucinantes y sus terribles y maravillosas locuras, la solemnidad entre nosotros nunca, nunca fue posible, y mucho menos concebible la de un prólogo. Por eso, estas líneas sólo son un encuentro más, a la vez casual y buscado, como cualquiera de los encuentros de entonces, primero en el Macumba o el Coto o el Florida, bares que ya no están, aunque en los últimos tiempos ya fuesen citas obligatoriamente fugaces en cafés más inocentes, que quizás aún resisten, eternamente subversivos, luminosamente secretos, casi sin otros dueños que los parroquianos, es decir, todos nosotros...
... El domingo 31 de mayo de 1976, que quiso ser un domingo como otros, Miguel Ángel salió de su casa de la calle Hortiguera, a dos cuadras del Parque Chacabuco, para pasear con Emiliano, que acababa de cumplir cuatro años. Pero esa noche, a las diez y media, mas o menos, u once menos cuarto, tocaron el timbre, acaso hubiese podido huir, pero se negó... Las tarjetas amarillas que mostraron los asesinos intentaron dar al allanamiento ciertos visos de legalidad. Uno de ellos le dijo cínicamente: “lleva una frazada, Bustos, que va a hacer frío”.

Aún hace frío.


CASA DE SILENCIO

Un niño y un cuchillo, enamorados carne y hierro,

buscan en el alma la selva que los salve

Aromas y llantos boca de hielo sobre cicatriz de

Pureza. Irá el olvido a devorar temblores irá la tierra alzando

mares.

Sueño del niño que muere en su Casa de Silencio en

El cielo del espanto, hierba de tristeza amor de nadie.

VIENTRE PROFETA SIN TIEMPO

Yo no soy de ningún siglo.

Vivo ausente del tiempo. Soy mi siglo como soy mi

sexo y mi delirio.

Soy el siglo liberado de toda fecha y penumbra.

Pero cuando muera, el profeta que hay en mí se

alzará como un niño sin moral y sin patria. Un niño loco con

lengua de alaridos. Entonces amanecerá en el millón de

Galaxias.

Madres del futuro; cuidado; cuando muera puedo

volver.

Entonces, ay, vientre que me aguardas, dulcísima

catedral de tinieblas.

LUNA DE HERODES

Si en la noche inmóviles policías sujetan perros de

boca en piedra, yo tiemblo. Quiero alejarme no puedo, como

en sueños

Entonces alzo la mano a mi pecho traspasado. No

sea que a lo lejos entre las selvas de hueso y aliento salga el

aullido de aquel que devora mis entrañas. Y aullando

prolongue en los perros guardianes un odio en silencio y

dientes, que por milenios me persigue.
Poema 9

Tocaremos la luna. Poseeremos el cráneo del
Sol.
Qué patria o cielo verbal ilumina al fuego
en su casa de líquidos esmaltes; carro de Elías,
purificación de las ciudades muertas, árbol místico de la sangre, agua y
sombra transparente, vitral de dioses aniquilados.
Sol antiverbal. Sol carnívoro en sonidos o silencios en el horizonte
frío de la tierra sin
pájaros.
Sol tigre.

VOCES QUE NOS FALTAN - II


Poemas de Paco Urondo- ( 1930- continua desaparecido)

Francisco Urondo nació en Santa Fe en 1930. Poeta, periodista, académico y militante político, Paco Urondo dio su vida luchando por el ideal de una sociedad más justa. "No hubo abismos entre experiencia y poesía para Urondo." –dice Juan Gelman– "corregía mucho sus poemas, pero supo que el único modo verdadero que un poeta tiene de corregir su obra es corregirse a sí mismo, buscar los caminos que van del misterio de la lengua al misterio de la gente. Paco fue entendido en eso y sus poemas quedarán para siempre en el espacio enigmático del encuentro del lector con su palabra. Fue –es– uno de los poetas en lengua castellana que con más valor y lucidez, y menos autocomplacencia, luchó con y contra la imposibilidad de la escritura. También luchó con y contra un sistema social encarnizado en crear sufrimiento."

La única verdad es la realidad

Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja; la libertad es real aunque no se sabe bien
si pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los muertos, al mundo de las
fantasías o al mundo de la vigilia, al de la explotación o
de la producción.

Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor, por supuesto, forman
parte de la realidad; un disparo en
la noche, en la frente de estos hermanos, de estos hijos, aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en
el angelus eterno y siniestro en una brigada de policía
cualquiera
son parte de la memoria, no suponen necesariamente
el presente, pero pertenecen a la realidad. La única aparente
es la reja cuadriculando el cielo, el canto
perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo inmenso
cubriendo la Patagonia
porque las masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad, como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y la convalecencia
del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro
como los designios de todo un pueblo que marcha
hacia la victoria
o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse,
a rescatar lo suyo, su
realidad.
Aunque parezca a veces una mentira, la única
mentira no es siquiera la traición, es
simplemente una reja que no pertenece a la realidad.
Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973

Cada día que pasa


Sin excepción, casi por naturaleza o desatino,
todos los días, a la mañana, temprano,
ando por este camino. Llego tarde al trabajo y con
alegría, cuando
es necesario llegar más temprano
y con indignación o repugnancia o sed
de venganza o rabia. Todo esto
no me martiriza ni me apena, aunque parezca
lo contrario y tenga olor a traición; sé muy bien,
con toda impaciencia, que el ocio
llegará algún día con la revolución. Y que ni una cosa
ni la otra vienen de la tristeza o de la impotencia.

Voy cansado, es cierto, harto como todo el mundo que se precie,
o con desaliento; pero nunca falta
alguna cosa, un olor,
una risa que me devuelva,
para valer la pena; recién entonces empiezo a convencerme;
calles sucias y bocinas y el tráfico
alucinado y dormido todavía; viejos conocidos,
como el destino
o la bruma de la ciudad. Y
el mal semblante; la desconfianza
en los ojos, en los grandes ojos de la gente
hechos para volar. Manos enrarecidas
que rodean
la calle sitiando su respiración. Dominados
del mundo; empleadas
tersas y vulgares bajando
de coches lujosos de los dueños
de otras empleadas, y así sucesivamente.

La pura verdad

Si ustedes lo permiten,
prefiero seguir viviendo.

Después de todo y de pensarlo bien, no tengo
motivos para quejarme o protestar:

siempre he vivido en la gloria: nada
importante me ha faltado.

Es cierto que nunca quise imposibles; enamorado
de las cosas de este mundo con inconsciencia y dolor
y miedo y apremio.

Muy de cerca he conocido la imperdonable alegría; tuve
sueños espantosos y buenos amores, ligeros y culpables.

Me averguenza verme cubierto de pretensiones; una gallina torpe,
melancólica, débil, poco interesante,

un abanico de plumas que el viento desprecia,
caminito que el tiempo ha borrado.

Los impulsos mordieron mi juventud y ahora, sin
darme cuenta, voy iniciando
una madurez equilibrada, capaz de enloquecer a
cualquiera o aburrir de golpe.

Mis errores han sido olvidados definitivamente; mi
memoria ha muerto y se queja
con otros dioses varados en el sueño y los malos sentimientos.

El perecedero, el sucio, el futuro, supo acobardarme,
pero lo he derrotado
para siempre; sé que futuro y memoria se vengarán algun día.
Pasaré desapercibido, con falsa humildad, como la
Cenicienta, aunque algunos

me recuerden con cariño o descubran mi zapatito
y también vayan muriendo.

No descarto la posibilidad
de la fama y del dinero; las bajas pasiones y la inclemencia.

La crueldad no me asusta y siempre viví deslumbrado
por el puro alcohol, el libro bien escrito, la carne perfecta.

Suelo confiar en mis fuerzas y en mi salud
y en mi destino y en la buena suerte:

sé que llegaré a ver la revolución, el salto temido
y acariciado, golpeando a la puerta de nuestra desidia.

Estoy seguro de llegar a vivir en el corazón de una palabra;
compartir este calor, esta fatalidad que quieta no
sirve y se corrompe.

Puedo hablar y escuchar la luz
y el color de la piel amada y enemiga y cercana.

Tocar el sueño y la impureza,
nacer con cada temblor gastado en la huida

Tropiezos heridos de muerte;
esperanza y dolor y cansancio y ganas.

Estar hablando, sostener
esta victoria, este puño; saludar, despedirme

Sin jactancias puedo decir
que la vida es lo mejor que conozco.

RECORDANDO A ANTONIO MACHADO -POEMAS

Antonio Machado - La gloriosa generación del ‘27

Dice Antonio Machado: nací en Sevilla una noche de julio de 1875, en el célebre palacio de la Dueñas, sito en la calle del mismo nombre. Mis recuerdos de la ciudad natal son todos infantiles, porque a los ocho años pasé a Madrid, adonde mis padres se trasladaron, y me eduqué en la Institución de Libre Enseñanza. a sus maestros guardo vivo afecto y profunda gratitud. Mi adolescencia y mi juventud son madrileñas. He viajado algo por Francia y por España. En 1907 obtuve la cátedra de Lengua Francesa, que profesé durante cinco años en Soria. Allí me casé; allí murió mi esposa, cuyo recuerdo me acompaña siempre. Me trasladé a Baeza, donde hoy resido.Mis aficiones son pasear y leer….Al llegar la Guerra, Machado se puso del lado de la República; al terminar la lucha, cruzó la frontera y murió en Collioure, pueblecito del mediodía de Francia,
un 22 de Febrero de 1939 .


RECUERDO INFANTIL

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel
se representa a Caín
fugitivo, y muerto Abel,
junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco
truena el maestro, un anciano
mal vestido, enjuto y seco,
que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil
va cantando la lecciòn:
mil veces ciento, cien mil;
mil veces mil, un millòn.

Una tarde parda y fría
de invierno. Los colegiales
estudian. Monotonía
de la lluvia en los cristales.

ORILLAS DEL DUERO

Se ha asomado una cígüeña a lo alto del campanario.
Girando en torno a la torre y al caseròn solitarío;
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno.
Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana.

Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.

Entre las hierbas, alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!

¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña
ante la azul lejanía;
sol del día, claro día!
¡Hermosa tierra de España!

YO VOY SOÑANDO CAMINOS

Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas! ...
¿Adònde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
—La tarde cayendo está—.
«En el corazòn tenía
la espina de una pasiòn;
logré arrancármela un día,
ya no siento el corazòn.»

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
«Aguda espina dorada,
quién te pudiera sentir
en el corazòn clavada.»

CRECE EN LA PLAZA EN SOMBRA

Crece en la plaza en sombra
el musgo, y en la piedra vieja y santa
de la iglesia. En el atrio hay un mendigo...
Más vieja que la iglesia tiene el alma.

Sube muy lento, en las mañanas frías,
por la marmòrea grada,
hasta un rincòn de piedra... Allí aparece
su mano seca entre la rota capa.

Con las òrbitas huecas de sus ojos
ha visto còmo pasan
las blancas sombras en los claros días,
las blancas sombras de las horas santas.

ENSAYO- ALBERT CAMUS


EL siglo del miedo de Albert Camus

Nació el 7 de noviembre de 1913 en Mondovi (hoy Drean, Argelia). Cursó estudios en la universidad de Argel que interrumpió debido a una tuberculosis. Está considerado el representante del existencialismo .En el año 1939, publicó Bodas, artículos sobre reflexiones inspiradas por sus lecturas y viajes. En 1940, se trasladó al fin a París y entró como redactor en el periódico Paris-Soir. Fue miembro activo de la Resistencia francesa durante la II Guerra Mundial dirigió de 1945 a 1947, Combat, una publicación clandestina. En El extranjero (1942) la primera novela que publicó Camus, tiene a Argelia como fondo como en la mayoría de sus narraciones siguientes. Esta obra y el ensayo en el que se basa, El mito de Sísifo (1942), exponen la influencia del existencialismo en su pensamiento. De las obras de teatro que desarrollan temas existencialistas, Calígula (1945) es una de las más célebres. Aunque en su novela La Peste (1947) Camus todavía se interesa por el absurdo fundamental de la existencia, reconoce el valor de los seres humanos ante los desastres. Sus obras posteriores incluyen la novela La caída (1956), inspirada en un ensayo precedente; El hombre rebelde (1951); la obra de teatro Estado de sitio (1948); y un conjunto de relatos, El exilio y el reino (1957). Colecciones de sus trabajos periodísticos aparecieron con el título de Actuelles (3 vols., 1950, 1953 y 1958) y El verano (1954). Una muerte feliz (1971), aunque publicada póstumamente, de hecho es su primera novela. En 1994, se publicó la novela incompleta en la que trabajaba cuando murió, El primer hombre. Sus Cuadernos, que cubren los años 1935 a 1951, también se publicaron póstumamente en dos volúmenes (1962 y 1964). Camus, que obtuvo en 1957 el Premio Nobel de Literatura, murió en un accidente de circulación en Villeblerin (Francia) el 4 de enero de 1960.


El siglo XVII fue el siglo de las matemáticas, el XVIII el de las ciencias físicas y el XIX el de la biología. Nuestro siglo XX es el siglo del miedo. Se me dirá que el miedo no es una ciencia. Pero, en primer lugar, la ciencia es en cierto modo responsable de ese miedo, porque sus últimos avances teóricos la han llevado a negarse a sí misma y porque sus perfeccionamientos prácticos amenazan con destruir la tierra toda. Además, si bien el miedo en sí mismo no puede ser considerado una ciencia, no hay duda de que es, sin embargo, una técnica.

Lo que más impresiona en el mundo en que vivimos es, primeramente y en general, que la mayoría de los hombres (salvo los creyentes de todo tipo) están privados de porvenir. No hay vida valedera sin proyección hacia el porvenir, sin promesas de maduramiento y de progreso. Vivir contra una pared es una vida de perros. ¡Y bien! Los hombres de mi generación y de la que ingresa hoy en los talleres y las facultades vivieron y viven cada vez más como perros.

Por cierto, no es la primera vez que los hombres se hallan ante un porvenir materialmente cerrado. Pero salían adelante, por lo general, gracias a la palabra y al clamor. Recurrían a otros valores en los que depositaban sus esperanzas. Hoy nadie habla ya (salvo los que se repiten) porque el mundo nos parece conducido por fuerzas ciegas y sordas que no oyen las voces de advertencia, los consejos y las súplicas. Algo en nosotros fue destruido por el espectáculo de los años que acabamos de vivir. Y ese algo es aquella eterna confianza del hombre que le ha hecho creer siempre que podían obtenerse de otro hombre reacciones humanas hablándole con el lenguaje de la humanidad. Nosotros vimos mentir, envilecer, matar, deportar, torturar y cada vez que sucedía era imposible persuadir a los que lo hacían de no hacerlo, porque estaban seguros de sí mismos y porque no se persuade a una abstracción, es decir al representante de una ideología.

El largo diálogo de los hombres acaba de cortarse. Y, por supuesto, un hombre a quien no se puede persuadir es un hombre que da miedo. Así, al lado de los que no hablaban porque lo juzgaban inútil, se extendía y se extiende aún una inmensa conspiración del silencio, aceptada por los que tiemblan y se dan buenas razones para ocultarse a sí mismos que tiemblan, y suscitada por quienes tienen interés en hacerlo. "No deben ustedes hablar de la depuración de artistas en Rusia, porque es hacerle el juego a la reacción". "No deben ustedes decir que Franco se mantiene en el poder gracias a la ayuda de los anglosajones, porque es hacerle el juego al comunismo". Bien decía yo que el miedo es una técnica.

Entre el miedo muy general a una guerra que todo el mundo prepara y el miedo particular a las ideologías homicidas, es muy cierto que vivimos en el terror. Vivimos en el terror porque ya no es posible la persuasión, porque el hombre fue entregado por completo a la historia y no puede volverse hacia esa parte de sí mismo, tan verdadera como la parte histórica, y que reencuentra ante la belleza del mundo y de los rostros; porque vivimos en el mundo de la abstracción, el mundo de las oficinas y de las máquinas, de las ideas absolutas y del mesianismo sin matices. Nos asfixia esa gente que cree tener la razón absoluta, ya sea con sus máquinas o sus ideas. Y para todos aquellos que no pueden vivir sino en el diálogo y la amistad de los hombres, este silencio es el fin del mundo.

Para salir de este terror habría que poder reflexionar y actuar según esa reflexión. Pero el terror precisamente no constituye un clima favorable para la reflexión. Creo, sin embargo, que en lugar de vituperar este miedo, hay que considerarlo como uno de los primeros elementos de la situación y tratar de ponerle remedio. Nada hay más importante. Pues esto concierne a la suerte de gran número de europeos a quienes, hartos de violencia y de mentiras, burlados en sus esperanzas más caras, les repugna tanto la idea de matar a sus semejantes para convencerlos como la de ser convencidos de la misma manera. Sin embargo, es la alternativa en que se coloca a esta gran masa de hombres en Europa, que no pertenecen a ningún partido, o que no están cómodos en el que eligieron, que dudan de que el socialismo se haya realizado en Rusia y el liberalismo en Estados Unidos, que reconocen, no obstante, a aquéllos y a éstos el derecho de afirmar su verdad, pero les rehusan de imponerla por la muerte, individual o colectiva. Entre los poderosos de la hora actual, esos hombres no tienen fuerza y sólo podrán hacer admitir (no digo triunfar, sino admitir) su punto de vista y sólo recuperarán su lugar en el mundo cuando hayan tomado conciencia de lo que quieren y lo digan simple y enérgicamente, como para que sus palabras puedan liar un haz de energías. Y si el miedo no es el clima adecuado para la reflexión, deberán, en primer lugar, enfrentarlo.

Para enfrentarlo es necesario ver qué significa y qué rechaza. Significa y rechaza el mismo hecho: un mundo en el que se legitima el homicidio y en el que la vida humana se considera una futileza. He aquí el primer problema político de hoy. Y antes de seguir adelante es necesario tomar posición al respecto de él. Previamente a toda realización deben hoy plantearse dos preguntas: "Sí o no, directa o indirectamente, ¿quiere usted que lo maten o lo violenten? Sí o no, directa o indirectamente, ¿quiere usted matar o violentar?" Todos los que contesten no a estas dos preguntas quedan automáticamente enfrentados a una serie de consecuencias que deben modificar su manera de plantear el problema. Tengo el proyecto de precisar tan sólo dos o tres de esas consecuencias. Entretanto, el lector de buena voluntad puede interrogarse y responder.

( De: Moral y política )

HOMENAJE A JULIO CORTAZAR A 25 AÑOS DE SU MUERTE

Carta al Cronopio Mayor


1984. 12 de febrero. La piel me arde después de todo un día de sol.

En París nieva. A la noche una voz me informa: murió Julio Cortázar. Y se me congela la respiración. Como si estuviese corriendo por las calles heladas de París hacia el Hospital Saint Lazare para estar junto a La Maga, Talita, Manuel y los Cronopios.

Con Cortázar se va un pedazo de adolescencia fascinada por los fuegos literarios y toda la pasión política.

Julio, el Cronopio Mayor , mira la vida como por un caleidoscopio al revés. Se va a París en 1951 y se pasa mirando al Sur. Nadie como él recupera la magia porteña. Y pocos como él se comprometen por la liberación americana. Apoya la Revolución Cubana, acompaña al Chicho Allende en Chile.


En 1973 está en Buenos Aires y dona los derechos del LIBRO DE MANUEL para los movimientos y organizaciones políticas argentinas. Dirige talleres de poesía en Nicaragua, la tan violentamente dulce. Durante la dictadura se prohíben algunos de sus libros y él escribe ARGENTINA ALAMBRADA CULTURAL. Su casa de París es un punto de referencia para todo sudamericano exiliado.

Ama como vive. Incendiándose. En 1982 muere de cáncer su última compañera: Carol Dunlop. Él sabe que también está enfermo. Que la muerte lo espera. Y como un elefante sabio viene a despedirse.

1983. Plena primavera democrática. Julio, Cronopio Mayor, gestiona una entrevista con el presidente Alfonsín. La respuesta no llega. Julio está con amigos. Camina la calle Corrientes. Acompaña a Las Madres un jueves de Plaza de Mayo. Después se va. Después se muere. Un 12 de febrero de l984. En un París nevado. Y algunos lloramos escuchando un cassette en el que Julio lee, con voz gutural: _ “estoy en París, tengo puesto un polo negro, afuera nieva…”.

Pero Julio, Cronopio Mayor, no te cansaré con mas palabras, juguemos a que te susurro: nubes, rayuela, autopista, Ché, crepúsculo, fuegos, revolución, utopía, y vos… vos sonreís.


Silvia Loustau

De Cronopios y de Famasde Julio Cortazar (1914-1983)


Recordando al Cronopio Mayor.-

Tema para un tapiz

El general tiene sólo ochenta hombres, y el enemigo cinco mil. En su tienda el general blasfema y llora. Entonces escribe una proclama inspirada, que palomas mensajeras derraman sobre el campamento enemigo. Doscientos infantes se pasan al general. Sigue una escaramuza que el general gana fácilmente, y dos regimientos se pasan a su bando. Tres días después el enemigo tiene ochenta hombres y el general cinco mil. Entonces el general escribe otra proclama, y setenta y nueve hombres se pasan a su bando. Sólo queda un enemigo, rodeado por el ejército del general que espera en silencio. Transcurre la noche y el enemigo no se ha pasado a su bando. El general blasfema y llora en su tienda. Al alba el enemigo desenvaina lentamente la espada y avanza hacía la tienda del general. Entra y lo ira. El ejército del general se desbanda. Sale el sol.

Conducta de los espejos en la Isla de Pascua

Cuando se pone un espejo al oeste de la Isla de Pascua, atrasa. Cuando se pone un espejo al este de la Isla de Pascua, adelanta. Con delicadas mediciones puede encontrarse el punto en que ese espejo estará en hora, pero el punto que sirve para ese espejo no es garantía de que sirva para otro, pues los espejos adolecen de distintos materiales y reaccionan según les de la real gana. Así Salomón Lemos, el antropólogo becado por la Fundación Guggenheim, se vio a si mismo muerto de tifus al mirar su espejo de afeitarse, todo ello el este de la isla. Y al mismo tiempo un espejito que había olvidado al oeste de la Isla de Pascua, reflejaba para nadie (estaba tirado entre las piedras) a salomón Lemos de pantalón corto yendo a la escuela, después a Salomón Lemos desnudo en una bañadera, jabonado entusiastamente por su papá y su mamá, después a Salomón Lemos diciendo ajó para emoción de su tía Remeditos en una estancia del partido de Trenque Lauquen.

( De : Historias de Cronopios y de Famas)

TALLER LITERARIO

Para adultos y jóvenes -Escritura, lectura y análisis de textos de los alumnos y de escritores consagrados-
Poesía - Narrativa- Ensayos- Corrección de textos

Coordinado por : Silvia Loustau

Teléfono 495- 85 38

e-mail syllous@yahoo.com.ar

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