5 de octubre de 2009

La Negra Sosa, esa amiga del alma

Digo adios a tu cuerpo
que reencuentro en cada color
en cada esperanza.
Paco Urondo
(1930.desaparecido en 1976)



Repetir el nombre de la Negra, es entrar en una ola de tiempo. Es darnos cuenta que, como el río de Realcito este paso, y su voz siempre estuvo.
Es recordar las guitarreadas del atardecer en la playa, son las reuniones y las peñas en la época de la Universidad, es escuchar aún la voz de amigos queridos que hoy no están dando gracias a la vida, uniendo a dos grandes La Negra y Violeta.
Nombrar a la Negra es recordar , ahorrar peso a peso,con mi compañero para cómpranos Cantata Sudamericana y gastar el vinilo con la púa del Winco, es soñar junto él, también ausente, con un niño que hubiésemos querido mecer.
Es desprenderse de los discos de La Negra cuando llego la época del plomo, quizá florezcan, algún día árboles con notas musicales en más de un fondo de casas de La Plata.
Repetir el nombre de La Negra es el recuerdo de una cinta cortada en el único cassette que viajó al exilio.
Decir el nombre de la Negra es la remembranza de su regreso a la Argentina, con las primeras flores de la Democracia, y ver, aún, lleno no recuerdo que teatro de Mar del Plata, donde hermanados, llorando, abrazándonos con quien estuviese al lado, cantábamos:

Todavía cantamos, todavía pedimos ,
Todavía soñamos, todavía esperamos,
a pesar de los golpes
que asestó en nuestras vidas
el ingenio del odio
desterrando al olvido
a nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
todavía soñamos, todavía esperamos;
que nos digan adónde
han escondido las flores
que aromaron las calles
persiguiendo un destino


Y se unian así La Negra, Víctor y Mario Benedetti.
Porque, aunque dicen que la Negra se fue, no lo crean, no lo crean porque:

Todavía cantamos, todavía pedimos,
Todavía soñamos, todavía esperamos;
por un día distinto
sin apremios ni ayuno
sin temor y sin llanto,
porque vuelvan al nido
nuestros seres queridos.
Todavía cantamos, todavía pedimos,
Todavía soñamos, todavía esperamos...
Si, todavía cantamos aunque los ojos se nublen
.



Silvia Loustau

1 comentario:

Danixa Laurencich dijo...

estamos en tiempos de cambios, caos, muertes de gente valiosa, como la negra maravilla , pero hay que seguir. Vos lo sabés.

un beso como de miércoles compartiendo poemas.