14 de agosto de 2011

La fuerza de lo femenino: Maria Rosa Pargas, poeta y combatiente.


Maria Rosa, entrerriana como la Delfina, Maria Rosa que tuviste también a tu Pancho Ramírez en tu compañero Alberto M. Camps, quien sobrevivió a la Masacre de Trelew.

María Rosa, nunca hubiese pensado que estas vueltas extrañas que da la vida pusiese en mis manos tu libro, poemas recuperado por tu hijo, guardados por tu mamá.

Maria Rosa, con quien anduvimos algunas veces por Humanidades, ambas amábamos la literatura, la poesía y la militancia por la patria liberada.

No fueron muchas las horas que compartimos, changa- como te decíamos , a veces-pero fueron suficientes para el intercambio de poemas.Recuerdo, uno en especial, escrito en papel amarillo, y que yo traía papel del LEMIT- donde trabajaba- y lo compartí con vos.

¿Dónde estarán los poemas que me diste, los que yo te di? quizá son ceniza, o los voló el viento, eso me gusta más, se hicieron pájaros.

El 25 de Mayo de 1973, con José, mi cumpa ¿te acordás de él? Estuvimos en las puertas de Devoto esperando la libertad de los compañeros, entre ellos te esperábamos a vos.

Tuvimos nuestra primavera y luego la tormenta que arrastró con todo.

A vos, dicen, te secuestraron un 16 de agosto de 1977, junto a Alberto.

Para entonces nos había separado el camino de la militancia, al Flaco ya lo habían asesinado, yo no pasaba buenos momentos.

.Pero, sabés María Rosa, Changa, yo no creo nada, porque vivís en cada palabra, en cada uno de nosotros que te recuerda. Vivís en la Memoria, que nunca podrán apagar.

Te espero con un mate, o un café, bien cargado, como te gustaba, te espero, Changa,

vení soltaremos palomas con poemas,

Silvia

Hubiera querido traspasarte

Hasta diluirme en tu sangre soñolienta,

Y conocerme al revés,

Y salirme

Y verme al verte

Hubiera querido masticar la noche

Y tragarla muy despacio

Hasta vomitarla y detenerla.

Hubiera querido que tus pies helados

Se quedaran atracados en la cama

Y yo atracarme en tu cuerpo cálido

Y hacernos esclavos infinitos de las ganas

Hubiera querido muchas cosas

Alargar la distancia de mi cuerpo

Abarcarme y abarcarte más...

Entrar, ser vos,

Salir, dejar de serlo.

Apretarte, apretarme.

Estar siempre mojada de tus hijos

Llenarme las manos con tu pelo,

Recorrer con mi lengua las raíces de tus cosas

Todo muy rápido, todo al mismo tiempo...!

... pero el tiempo se viene y hay que caminarlo para hacerlo

Porque desde allá,

Desde donde el carajo está siendo razonado,

Y el fusil ya se abre paso entre los dedos

Porque el hambre ya se transformó en bostezo largo

Y el sueño, como el pan, en un misterio.

Se oye un grito gritando para todos.

El que no quiera escuchar, se irá muriendo

hubiera querido tantas cosas, dije.

Y no me alcanzó el tiempo

  • Poema escrito dentro de la cárcel de Rawson, después de la Masacre de Trelew, pensando que su compañero Alberto Miguel Camps había muerto.

La voz vino temprano...


La voz vino temprano, sonó de lejos,

rompió el silencio del encierro

pero uno le pone nombre a la muerte

o no le cree.

Al mediodía cantó el dolor

los nombres fusilados

cada uno de nosotros recogió

la bronca de los disparos por la espalda

asimiló la ausencia como pudo

y estamos aguardando.

Porque vino un hombre

mezclado entre nosotros,

porque las cosas van cambiando

y hay un señor que sin saber bien por qué

también está esperando.

Reviso la lista del combatiente muerto

y entiendo que el motivo irá grabado

en los dieciséis proyectiles que usaremos

o en las dieciséis combinadas formas

de matar lo que elijamos.

Miles de ojos te espían

no te escondas capitán.

  • Al capitán Sosa, quien impartió la orden de fusilamiento en lo que fue la masacre de
  • Trelew.

¡Hasta la Victoria, compañera!

Del libro:hubiera querido de Maria Rosa Pargas;Libros de la talita dorada

¡ Gracias José María Pallaoro!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuestros compañeros, poetas y combatientes, bella su poesía.

Susana G.