17 de abril de 2010

Poema de Pere Bessó–La belleza de la palabra y el compromiso



En este número del blog , dedicado a Miguel Hernadez, elegí este poema del poeta Peré Besso,Valencia, comprometido no sólo con la palabra, buscando la belleza ;su estilo que se adapta a lo que decía Nietzche :El estilo debe mostrar que uno cree en sus pensamientos, no sólo que los piensa, sino que los siente .Porque sé que en el centro del corazón de Pere crece una rosa roja, elijo este poema cuyo tono se adapta a lo que hoy queremos recordar, a Miguel Viento del Pueblo y en el a todos los que han luchado, y luchan todavía .







ELS FLUENTS DEL PALP POR PERE BESSÓ

A Carmelina Sánchez-Cutillas

Les meues mans
tenen l’afluència dels rius,
l’emprenta dels dits als capcirons de la rosa humida,
la rosa gebrada en les dunes de la consciència,
testimoniatges dels raigs del sol en blat moro,
geografia en la pedra rosetta del fals desert,
el palp del gerro oblidat en les arenes del somni del desert,
la còpia del jo sóc l’altre,
destravat,
refet subjecte del poema.
Les meues mans acaronen l’arena agarena,
el pou del desert en la boca inabastable de gerro
que amb prou feines justifica la buidesa de les paraules,
la mera hipòtesi del desamor a destralades,
la crema de la romeguera
que sí es consumeix amb greix de porc
en la festa de Sant Antoni,
quan els quints es la deixen llepar
per Viliento,
el primogènit,
el comte del Pla de Blai
a la porta del cementeri.
Les meues mans tenen el tacte del forrellat de la garjola
amb excrements,
coneixen la maquinació del gest,
la muda del pensar,
la memòria lleu,
la sorpresa de l’estalonament del mannà.
A cadascun, però, el seu sant Martí,
el destí
el desencert,
la potejada de la vida mesurada,
El descompassament del veïnatge,
el beguinatge,
la por –no la joia- de viure,
la vida menuda de les mans que s’alcen.


LOS FLUENTES DEL PALPO

A Carmelina Sánchez-Cutillas

Mis manos
tienen la afluencia de los ríos,
la huella de los dedos en las yemas de la rosa húmeda,
la rosa rociada en las dunas de la consciencia,
testimonios de los rayos del sol en trigo moro,
geografía en la piedra rosetta del falso desierto,
la palpa del jarrón olvidado en las arenas del sueño del desierto,
la copia del yo soy el otro,
destrabado,
rehecho sujeto del poema.
Mis manos acarician la arena agarena,
el pozo del desierto en la boca inalcanzable de jarro
que con dificultad justifica la vaciedad de las palabras,
la mera hipótesis del desamor a hachazos,
la quema de la zarza
que sí se consume con grasa de puerco
en la fiesta de San Antón,
cuando los quintos se la dejan lamer
por Viliento,
el primogénito,
el conde del Llano de Blas,
a la puerta del cementerio.
Mis manos tienen el tacto del cerrojo de la celda
con excrementos,
conocen la maquinación del gesto,
la muda del pensar,
la memoria leve,
la sorpresa del apuntalamiento del maná.
A cada quien, sin embargo, su san Martín,
el destino
o el desatino,
el pisoteo de la vida mesurada,
el desacompasamiento del vecinaje,
el beguinaje,
el miedo –no el gozo- de vivir,
la vida menuda de las manos que se alzan.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído pocos poemas suyos, pero este me parece de una profundida, y un compromiso que merecen el aplauso.
Cordialmente,


Alicia Díaz

Anónimo dijo...

" mis manos tienen el tacto de la celda", ese sólo verso encierra tanto que sólo un poeta de su talla lo puede lograr.
Mis Felicitaciones

Lic. Susana Gentile

Anónimo dijo...

Es la primera vez que leo un poema suyo, y me maravilló el trato del tema, uno palpa la historia.Ojalá haya más como estos. Lo felicita,

Irina Suer

Anónimo dijo...

Este poema suyo tiene una enorme riqueza, soy licenciado en letras y me gustaría conocer más de su obra.
Un saludo de


Javier

Anónimo dijo...

Bello su poema, poeta, gran poeta.
Lo saluda,con afecto


Ani