7 de octubre de 2011

Decir Pablo por Silvia Loustau

Decir Pablo es decir Poeta, es decir luchador, soñador de la libertad.

Hay un Neruda mío, mi Neruda era el que sufría por ese Chile de rodillas, humillado por la fuerza, herido por la cesantía, atropellado en tribunales y Universidades... Mi Neruda era el testigo de la Guerra Civil Española, que hizo que un viento oscuro, hecho de rabia e impotencia, comenzara a soplar en sus palabras.

Preguntaréis por qué la poesía

No nos habla del sueño, de las hojas,

De los volcanes de su país natal?

Venid a ver la sangre por las calles,

Venid a ver la sangre por las calles,

Venid a ver la sangre por las calles...

Mi Neruda era el del Yo acuso que marcó a fuego al traidor y que perseguido por la Ley maldita siguió la huella del exilio por un boquete de esos Andes que cantó y cantará su palabra elocuente.

Mi Neruda era que el caminó con Allende de estancia en estancia llamando a su pueblo a construir una sociedad nueva., mejor, más justa.

Mi Neruda vivió en sus casa de Valpo, de Santiago, de Isla Negra, donde nos recibió Margarita Aguirre y le entregue mi Premio Municipal Carta a Pablo Neruda, cuadro que finalizo su existencia e n mi casa arrasada. Mi Pablo , creo, estuvo presente, sin estarlo cuando con José celebramos nuestro no- casamiento aquel verano de 1973,junto a la campana que el Poeta hacia tañer en noches de tormenta. Mi Pablo. Nuestro Pablo. Pablo de América, del Mundo.

De tanto hojear a Bécquer, a García Lorca, a Nervo, Huidobro, y sus hermanos poetas de esta Patagonia, de amaneceres luminosos, de distancias interminables, donde aún se escucha el lamento del patagón, Neruda como un mágico llamado me fue atrapando, con su Crepusculario, con 20 Poemas de amor y una Canción Desesperada con los Cien sonetos de Amor, con Los Versos del Capitán, convirtiéndose su obra, poco a poco, en parte inseparable de mi vida.

Mi Neruda. Nuestro Neruda ¿te acordás de noches leyendo sus poemas? ¿Escuchando u n Lp, en la casita?

La postura ideológica de Neruda elevó a menudo su poesía a los lindes de la épica, así como otras veces la malogró. De lo último estuvo siempre consciente y así escribió en 1973, a propósito de su último libro editado en vida, Incitación al Nixonicidio y alabanza de la revolución chilena: “Esta puede ser una función efímera. Pero la cumplo. Y recurro a las armas más antiguas de la poesía, al canto y al panfleto usados por clásicos y románticos y destinados a la destrucción del enemigo”.”.
Más allá de los altibajos y de lo episódico en obra tan vasta como la nerudiana, resalta en Neruda la consecuencia con los principios que hizo suyos y la fidelidad permanente con el aserto que emerge de unos versos de los años cincuenta cuya inspiración es una alusión indirecta a la leyenda bíblica acerca de San Pablo:
- El partido me bajó del caballo / y me hizo hombre-.
Aunque en septiembre de l973 se encontraba gravemente enfermo, Neruda tuvo fuerzas para condenar el golpe de Estado. Dejó estampado: “Escribo estas líneas para mis memorias a sólo tres días de los hechos incalificables que llevaron a la muerte a mi gran compañero el presidente Allende”.
Los funerales del poeta se constituyeron, de hecho, en la primera manifestación pública en contra de la dictadura.

Seguiré pensando en las grandes utopías, por eso al Pablo centenario diré:

Ganaremos nosotros, Pablo Neruda,

Tu vida con nosotros, no estará muda,

Ganaremos nosotros los más sencillos,

Ganaremos nosotros...

¡Te lo decimos¡

Silvia Loustau

A todos los compañeros con quienes milite y viví intensamente el verano del 72 y del 73, ayudado a construir el socialismo. Por todos ellos ¡Presentes, hasta la Victoria!

El viento en la Isla

El viento es un caballo:

óyelo cómo corre

por el mar, por el cielo.

Quiere llevarme: escucha

cómo recorre el mundo

para llevarme lejos.

Escóndeme en tus brazos

por esta noche sola,

mientras la lluvia rompe

contra el mar y la tierra

su boca innumerable.

Escucha como el viento

me llama galopando

para llevarme lejos.

Con tu frente en mi frente,

con tu boca en mi boca,

atados nuestros cuerpos

al amor que nos quema,

deja que el viento pase

sin que pueda llevarme.

Deja que el viento corra

coronado de espuma,

que me llame y me busque

galopando en la sombra,

mientras yo, sumergido

bajo tus grandes ojos,

por esta noche sola

descansaré, amor mío.

PLENOS PODERES

A puro sol escribo, a plena calle,

a pleno mar, en donde puedo canto,

sólo la noche errante me detiene

pero en su interrupción recojo espacio,

recojo sombra para mucho tiempo.

El trigo negro de la noche crece

mientras mis ojos miden la pradera

y así de sol a sol hago la llaves:

busco en la oscuridad las cerraduras

y voy abriendo al mar las puertas rotas

hasta llenar armarios con espuma.

Y no me canso de ir y de volver,

no me para la muerte con su piedra,

no me canso de ser y de no ser.

A veces me pregunto si de dónde,

si de padre o de madre o cordillera

heredé los deberes minerales,

los hilos de un océano encendido

y sé que sigo y sigo porque sigo

y canto porque canto y porque canto.

No tiene explicación lo que acontece

cuando cierro los ojos y circulo

como entre dos canales submarinos,

uno a morir me lleva en su ramaje

y el otro canta para que yo cante.

Así pues de no ser estoy compuesto

y como el mar asalta el arrecife

con cápsulas saladas de blancura

y retrata la piedra con la ola,

así lo que en la muerte me rodea

abre en mí la ventana de la vida

y en pleno paroxismo estoy durmiendo.

A plena luz camino por la sombra.

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