7 de octubre de 2011

La vida por Silvia Loustau


Me levantaba a mirar el fuego e iba a ver si el hombre dormía y me quedaba mirando sus manos, la boca entreabierta.Si se depertaba preguntaría si no me habia movido y volvería a gritar.
-Hablá, hablá- se pasearía a mi alrededor- Hablá, como habló hoy Mara-
Y yo callaba, sentía miedo. Yo callaba y él se movia y el aire arrastraba un extraño olor a barro colorado. A verano ausente, para siempre.
Y con aquel olor venía una voz delgada que me contaba cuentos, y murmuraba: aún no saben lo que es la vida.
Y tomé un hilo,había caido a mi lado, y lo fui enrollando en mi dedo, era como si fuese haciendo la vida , el tiempo.
El hombre cerró la puerta. Se desató la tormeta y miraba correr las gotas por el trozo de un vidrio sucio, pero yo soñaba que era una clepsidra.

1 comentario:

Lydia Pallavicini dijo...

Leí todos los poemas que estaban en tu correo. Como siempre, me emocionan, me conmueven... Gracias por los envíos y por la posibilidad de disfrutar de tu poesía...
Lydia