29 de julio de 2008

Poema de Pere Bessó


Los higos de invierno (Homenaje a Bartolo Cattafi)

Pere Besso (Valencia, 1951).Licenciado en Filología Moderna.Catedrático de Lengua y Literatura Españolas en el IB de Mislata. Participó activamente de la movida generacional de los años 70.Entre los numerosos libros que publico en la lengua catalana de Valencia fueron galardonados :Mediterrania, Una estanca a Alessandria , Prims homenatges,Narcís de la memoria, El Quadern de Malta, entre otros .Prepara una Muestra de la poesía femenina argentina de la segunda mitad del siglo XX, desde la perspectiva de género .Ha traducido al castellano y al catalán poemas de D.H Lawrence, G.Apollinaire, A. Lowell…Compagina la docencia con el trabajo político, la traducción y la creación literaria.

El poema que hoy presentamos es un homenaje al poeta siciliano contemporáneo, Bartolo Cattafi, injustamente poco conocido.

El yo poético asume la omnisciencia, es participe de una profusión visual. Un poema emblemáticamente iluminado por la belleza desde que nos anuncia:”…como metralla de oscuro partisano/ en el muro de la memoria.”.S.L


LOS HIGOS DE INVIERNO

(HOMENAJE A BARTOLO CATTAFI)

Like the rabbit,

they too

ignore the falling dust,

leave their losses behind.

Rina Ferrarelli

Los higos de invierno,

como metralla de oscuros partisanos

en el muro de la memoria,
figuran en las ramas retorcidas por el frío,
tozudamente cerrados al poema,
tan distintos de la tibia benevolencia
que languidece en los compañeros del estío.

Son rosas de acá para allá,

adentro,

hacia la misma uteridad,

como un atardecer en Palermo,
necesitado de la palpa del amarillo,

que fue carne estacional,

y es desazón de la carne.
Salvajes sospechas

en cada rumor de fronda que amolla
estrechan en los ásperos labios
una raya de azúcar.
Todos juntos de improviso se van,

desaparecen
como han venido,

sin sonrisas ni velos,

sin que el pajarillo más alto e impaciente

taste la raja de corazonada,

el botoncillo y la gota que exuda,

lágrima de viuda,
bocado errante hacia el vacío y a obscuras
por un momento tocado por la luz.

Como los conejos,

también ellos ignoran el polvo sacudido,

dejan a la sombra de la higueruela un velludo de cagarrutas

que atrás se pierde.

LES FIGUES DE L’HIVERN

(HOMENATGE A BARTOLO CATTAFI)

Like the rabbit,

they too

ignore the falling dust,

leave their losses behind.

Rina Ferrarelli

Les figues de l’hivern
com metralla de foscos partisans

al mur de la memòria,

figuren a les branques retorçades pel fred,
tossudament tancades al poema,
tan distintes de la tèbia benevolença

que llangueix en les companyes de l’estiu.
Són roses amunt i avall,

endins,

cap a la mateixa uteritat,

com un capvespre a Palermo,
freturós del palp del groc,

que fou carn estacional,

i és neguit de la carn.
Salvatges sospites

en cada remor de fronda que amolla
estrenyen als aspres llavis
una ratlla de sucre.

Totes plegades de sobte se’n van,

desapareixen
com han vingut,

sense somriures ni vels,

sense que el pardalet més alt i desficiós

taste l’ascla de melis,

el botonet i la gota que exsuda,
la llàgrima de vídua,

bocí errant cap al buit i a fosques
per un moment tocada per la llum.

Com els conills,

també elles ignoren la pols espolsada,

deixen a l’ombra de la figuereta un vellut de cagarulles

que es perd al darrere.



12 comentarios:

Andrés Aldao dijo...

Te agradezco, Silvia, la publicación de este poema nacido como prosa poética y convertida luego en lo que has publicado... Esa metamorfosis fue el fruto de su lectura en una reunión de poetas israelíes en Tel Aviv. Olga, Galleguita, nació en una madrugada invernal, cuando comencé a teclear en la pc y no pude parar: «Dios y el Diablo», con toda seguridad, estaban detrás mío «dictándome inefables palabras». Te agradezco el acápite y la publicación. Y tu Blog, como es habitual, sin luces y sin chirimbolos, brilla por su presentación y contenido.Plácemes, Andrés

Anónimo dijo...

Querido Andrés, el agradecimiento es mio, por tu confianza en el blog y porque Olga Galleguita nos conmueve en tu buena escritura.Gracias, un beso,

Silvia

Anónimo dijo...

Andrés,cómo siempre su escritura me conmueve desde lo humano.Un enorme abrazo de ,
Marucha

Anónimo dijo...

Andrés, el poema, que fue narración, creo, tengo el presentimiento que fue historia vivida por un Andrés adolescente.Mi cordial saludo de siempre,

Roberto

Anónimo dijo...

Nunca había leido nada suyo. Este poema me gustó mucho, tiene algo de narrativo y mucho de emoción.Dejeme una dirección para acercarme a su
escritura. Un saludo de

Carmen

La Máquina de Escribir dijo...

Un poema que atrapa, que se entrega de lleno total, una vivencia que se hace sentir en carne propia. Prosa o poesía, tu escritura es excepcional. Felicitaciones y un gran abrazo,
Aníbal Jorge Sciorra.

Anónimo dijo...

Andrés, Maestro,Ud. siempre me sorprende.No lo imaginaba poeta y aquí encuentro,como siempre, su escritura cuidadosa y una historia que se me ocurre nacida relato.Un abrazo de

Javie

Anónimo dijo...

Andrés, me alegra leerlo en el blog de Silvia .Leer esta historia de amor y dolor que es Olga , Galleguita y que Ud. trasmite de manera magistral.Un abrazo de

Mónica

Anónimo dijo...

Estoy descubriendo su obra, ya que hoy entré en su Revista por los poemas de Silvia,y ahora lo descubro poeta, con una sensibilidad que me emociona. Un abrazo de


Carmen Iglesias

Anónimo dijo...

He leido su Aserrín...Aserran, que me pareció magnífico. Estoy esperando para deleitarme con el Estudio de Silvia.Pero hoy me encontré con su Galleguita y le asguro que hubo un nudo en la garganta, eso sólo lo consiguen los buenos escritores, como Ud.Con respeto,

Alberto Latorre

Anónimo dijo...

Andrés..¿ cuándo viene a tomar un café a Fray Mocho?Nos gustó y también nos entreció su poema acerca de Olga , Galleguita. Un abrazo y lo esperamos,

Romina y Maria

Las meseras famosas

Andrés Aldao dijo...

A Romina y María, las meseras famosas, sensacionales, lo mejor de Mar del Plata, a quienes evoco muy a menudo en mis charlas con vuestra clienta Silvia.
Chicas, no es muy fácil encontrar muchachas como ustedes...
Besos para cada una, y mi inmenso cariño.
Hasta siempre, Andrés